10.5.13


Último alemán en Italia



viernes 10 de mayo de 2013



Se publica una antología de Dino Campana, uno de los poetas más originales de la poesía italiana del siglo XX
Por   | LA NACION



La flamante colección La Gran Poesía, dirigida por Rodolfo Alonso para la editorial Eduvim, de Villa María, acaba de lanzar su primer volumen: losCantos órficos, del poeta italiano Dino Campana (Marradi, 1885 - Florencia, 1932). Inicio significativo porque implica, al menos con este libro, una dirección singular, la que privilegia a aquellos poetas que no formaron escuela ni se plegaron a las poéticas dominantes. Campana dejó bien en claro en el título de su único cancionero dónde se situaba respecto de la tradición. Por un lado, la palabra "cantos" explicita la deuda con el lirismo de Leopardi, que había introducido la poesía moderna en Italia a partir de la exploración de "la historia del alma". Exploración que no constituía simplemente una proyección de los estados psicológicos del yo, sino una amplia reflexión filosófica a partir del yo, en tanto sujeto y objeto de conocimiento. "Órficos", por otro lado, alude al carácter divino y misterioso de la poesía. Implica un rechazo de la poesía italiana que circulaba entonces, ya sea la del futurismo pirotécnico, ya sea la del crepuscularismo provinciano y pequeñoburgués. Con espíritu polémico, Campana le daba a su libro un subtítulo originalísimo, escrito en alemán:Die Tragödie des letzten Germanen in Italien, "la tragedia del último alemán en Italia", que declaraba abiertamente cuáles eran los horizontes culturales del poeta tras la Primera Guerra Mundial. Pero al mismo tiempo, significa que se disponía a trazar el recorrido de un héroe trágico, incapaz de cambiar el orden constituido. Campana recogió solitario en Italia la lección de Baudelaire y fue junto con Svevo uno de los pocos italianos que conocieron perfectamente la literatura y la filosofía alemanas.
Los Cantos órficos son, ante todo, un diario de viaje, sin precisas indicaciones temporales ni espaciales y sin ninguna intención de crear postales amenas. El viaje se limita a la condensación de imágenes sinestésicas de variados colores y sonidos, recurso poético que transformó a Campana en un poeta "visionario", que logra conjugar elementos de la realidad con paisajes mentales. Como por ejemplo en la bellísima poesía en prosa "Pampa": "Estaba sobre el tren en marcha: tendido en el vagón/ sobre mi cabeza huían las estrellas y los soplos del desierto en un fragor férreo". Su viaje inicia y termina en Génova, la ciudad desde donde partió en nave hacia nuestras tierras. Gracias a los incansables trabajos de investigación documental de Gabriel Cacho Millet, en Italia, sabemos que la estadía en la Argentina fue breve (no más de dos años) aunque intensa. Como todo inmigrante, realizó varios trabajos, entre ellos tocar el triángulo en una orquestita menor del noreste argentino. El contexto sudamericano le sirvió más bien para comprender su identidad europea, vislumbrada desde la vastedad del desierto, esa nada que ya los argentinos habían elegido como angustiante y productivo mito fundacional.
Pero los Cantos órficos son también indagación del ser. Campana buscó, con insólita vocación vanguardista, descomponer las emociones y no los objetos, según la técnica cubista de Apollinaire. Sufría de una dolorosa enfermedad mental, que lo obligaba a internarse con frecuencia en el manicomio de Marradi, donde murió, no obstante el amor visceral de su compañera fiel, la escritora Sibilla Aleramo. Así como Leopardi se quejó ante sus amigos, cuando un imprudente crítico había achacado a sus enfermedades su visión materialista y pesimista del mundo, motivo que lo instó a aclarar que toda enfermedad agudiza la percepción de las cosas relevantes pero no las determina en su auténtica esencia, así también Campana escribió una poesía deslumbrante, no por sus tendencias psicóticas, sino a través de ellas. Valga como magnífico testimonio su largo poema "La noche", en la apertura del libro, quizás uno de los textos más bellos de la poesía europea del siglo XX. Le debemos a Rodolfo Alonso la excelente selección antológica y una hermosa traducción, que pone de manifiesto el amor de un poeta por otro poeta.C

CANTOS ÓRFICOS. ANTOLOGÍA

Dino Campana
Eduvim
Trad.: Rodolfo Alonso
113 páginas
$ 70.