11.12.11

Rodolfo Alonso en el Festival de Medellín

Memoria Audiovisual del Festival Internacional de Poesía de Medellín.
Como dos astros
Bajo la música



12.11.11

Rodolfo Alonso en Quilmes

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3.10.11

Presentación traducciones de Rodolfo Alonso












Presentación en la
BIBLIOTECA NACIONAL
con CRISTINA BANEGAS,
LUIS GRUSS y JORGE MONTELEONE
ARTAUD, PAVESE, VALÉRY
traducidos por Rodolfo Alonso
Conmemorando su vasta trayectoria como difusor de la poesía mundial en diversas lenguas, Alción Editora y Biblioteca Nacional invitan a la presentación de tres importantes traducciones del poeta y ensayista Rodolfo Alonso:
Introducción a la Poética”, de Paul Valéry;
“¿Quién conoce a Antonin Artaud?”
de Artaud, Ionesco, Blanchot, Breton, Tzara y otros;
“Trabajar cansa” /
“Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”,
de Cesare Pavese.
Se llevará a cabo el jueves 20 de octubre, a las 19 horas, en la Sala “Augusto R. Cortazar” de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502, Capital, con la especial participación de la actriz Cristina Banegas y los escritores Luis Gruss y Jorge Monteleone.
Entrada libre y gratuita.
RODOLFO ALONSO. Poeta, traductor, ensayista y ex editor argentino. Es una voz reconocida de la poesía latinoamericana contemporánea. Fue el más joven de la legendaria revista de vanguardia “Poesía Buenos Aires”. A partir de “Salud o nada” (1954), publicó más de 25 libros, la mayoría de poemas pero también de ensayo y narrativa. Primer traductor de Fernando Pessoa en América Latina (1961). Tradujo también a muchos otros importantes autores del francés, italiano, portugués y gallego, entre ellos Cesare Pavese, Giuseppe Ungaretti, Paul Éluard, Marguerite Duras, Eugenio Montale, Carlos Drummond de Andrade, Jacques Prévert, Dino Campana, Antonin Artaud, Guillaume Apollinaire, Pier Paolo Pasolini, Charles Baudelaire, Murilo Mendes, Antonin Artaud, Manuel Bandeira, Rosalía de Castro, Paul Valéry, Olavo Bilac, Stéphane Mallarmé, André Breton, etc. Antologías y libros suyos fueron publicadas en Argentina, Bélgica, Colombia, España, México, Venezuela, Francia, Brasil, Italia, Cuba, Chile. Escribió textos para cine, como el célebre corto metraje “Faena” (1960). Premio Nacional de Poesía (1997), junto a Juan Gelman. Orden “Alejo Zuloaga” de la Universidad de Carabobo (Venezuela, 2002). Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía (2004). Palmas Académicas de la Academia Brasileña de Letras (2005). Premio Único de Ensayo Inédito de la Ciudad de Buenos Aires (2005). Premio Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia, 2006). Entre sus libros más recientes se destacan “La voz sin amo”, con prólogo de Héctor Tizón (Ediciones de Medianoche, Zacatecas, México, 2008); “Il rumore del mondo”, con prólogo de Juan Gelman (Ponte Sisto, Roma, 2009); “El arte de callar”, con palabras de Juan José Saer (El Perro y la Rana, Caracas, 2009); “Ser sed”, con prólogo de Juan Gelman (Arte y Literatura, La Habana, 2009); “La vida entera”, con prólogo de Juan Gelman (Poesia de Paper, Palma de Mallorca, España, 2009); Poemas pendientes, con prólogo de Lêdo Ivo (Alción Editora, Córdoba, 2010); Entre dientes, con una carta de Jorge Teillier (Pequeño Dios Editores, Santiago de Chile, 2011).

19.9.11

Poemas pendientes






POEMAS PENDIENTES
de Rodolfo Alonso


Estos son algunos de los “Poemas pendientes”, nuevo libro de Rodolfo Alonso, con prólogo del gran poeta brasileño Lêdo Ivo (Alción Editora, Córdoba, 2010). Está por aparecer una reedición en México (Editorial de la Universidad Veracruzana, Xalapa, 2011).



Dones para donar

Te doy lo que me dieron:
aquel sagrado olor
a la tierra mojada,
y esa voz que es el viento
entre las ramas altas.

Devuelvo lo que tuve:
los árboles hermanos,
las flores que modula
la niebla, el grillo, el pájaro
cantando en la garúa.

Ni herencia, ni legado.
Sólo pasión y tiempo.
La intensa vida, el aire,
la mañana radiante
y cielos en los ojos.

No nos llevamos nada.
¿Es que lo merecimos?
La llama del instante,
colores en el sol,
el crepúsculo juntos.

El fuego de la hoguera
donde vamos ardiendo.

¿Y veo lo que me ve?
En el momento justo,
el liso resplandor
del neto mediodía
sobre una mesa blanca

y frutas entonadas
como parientes próximos:
la luz, la gama, el iris,
limones con bananas
y la manzana verde.

En la lluvia cabemos,
instantáneos, de pronto,
íntimos y gregarios,
cercanos y distantes.
La lluvia es nuestro templo.

La canción evidente,
la palabra encarnada,
lo que llegó de afuera
porque sonaba dentro.
¿O es que no somos, lengua?

Y el fuego de la especie,
horizonte y pasado.







No hay día de la muerte

----------a la memoria de
----------José Augusto Seabra


Inmóvil, incesante,
la muerte, árida, impura.

Infiel, infame, injusta,
la dura muerte dura.

Impaciente, infecunda,
la inútil muerte, muda.

Indudable, no duda
la muerte ávida y pura.







Epifanía

Como luz en la luz
suena el invierno, al sol.
Serena madurez,
sabor desnudo
que suspende y sostiene
sin sospechar que sabe,
secreto, sólo en sí,
siente sin sentimiento,
a simple sed,
a simple ser,
solo y sumo en el sol
sagrado del silencio
seco, soberbio, suelto
sobre ese frío encendido.







Antropofagia

Sobre la playa apenas mancillada, casi virgen aún, no espanta el pie de Viernes sino la implícita amenaza: otros, el Otro, que acaso nos incluye.







En lo alto de la colina de los pájaros

El mismo mar, después de todo, de cobalto entre ramas, a esta hora. Y el sordo retumbar del tsunami al otro lado del planeta, rebelión de la Tierra, tortura que la Tierra se inflige, sin proyecto ni enigma.
Aquí las golondrinas abrumadas de calor continúan trazando de improviso, aceleradas, en la comba del aire, la precisa fugacidad de sus ondas de vuelo. Y hay torcacitas, loros, tijeretas, palomas, tordos, chalchaleros, gaviotas y hasta desconocidos de vistoso plumaje, de bellos pardos y aún grises, revoloteando indiferentes, abajo o en lo alto, volando desplegados, entre el mar y nosotros.
Entre el azar y la necesidad.







Consecuencias

Un día, mirando sin haberlo previsto el hueco entre el pulgar y el índice de mi mano derecha, yo me he visto latir. Es decir, me he sorprendido vivo, he visto a la vida haciendo su trabajo, a mi cuerpo haciendo su trabajo, por su cuenta, sin que yo tuviera nada que ver en todo eso.







Azucena Villaflor

“Già vola il fiore magro”
Salvatore Quasimodo

Vuela flor
Azucena

sobre el río

Desde la tierna feria
con bolsa y con monedas
a su cena a su mesa

a su escena

que la vuela

sobre el río
sobre el frío

Bella flor Azucena
de dolor y dolor







A la luz del Limay

Cuando nada nos queda
cuando tanto nos falla

En la pura memoria
relumbra el río Limay

Se aparece de pronto
la serpiente turquesa

Y los ojos se lavan
en la luz del Limay

Sol de la Patagonia
que acaso no podemos

No todo está perdido
luce lumbre el Limay

Entre las pardas cuestas
derrama su esplendor

Sereno indiferente
se nos vuelve el Limay

Con su belleza arisca
pueden contar con él

Distante en apariencia
nadie olvida al Limay

Lima lento y alivia
los vislumbres que alumbra

De todo se hace cargo
libre y largo el Limay

Como la áspera tierra
y el cielo ilimitado

El Limay se regala
sin pensarlo dos veces

No es que nos pertenezca
se hace amigo si quiere

Libre luz del Limay
limando nuestros límites

Él guapea creciendo
suelto en nuestro recuerdo

No es para deshacernos
que nos llama el Limay

Porque a nada se achica
obliga a ser nobleza

Lame lomas sin límite
la luna en el Limay

No es prenda ni es comercio
ni vil chafalonía

Es amistad de orgullo
la que ofrece el Limay

Una cosa de hombres
una cosa de dioses

Cuando todo se olvide
que no cese el Limay







Monumento a Maria Bethânia

-------------Música é perfume.
--------------------------M. B.

En el aire, en el mar,
en lo neto del día
o la precisa noche,
sin crepúsculo nunca,
en Brasil que es un mundo,
en el mundo, en el mundo
crepitante y veloz
hay lugar para un mundo:
la voz que usa tu cuerpo.

Hay tono, hay densidad,
hay gravedad, hay timbre,
hay palabra que canta
y hay música que expresa
el latido que sientes.
Rige, Bethânia, ordena
el caos en sentido,
la altura en cante hondo,
la intensidá en aliento.
Ruge, Bethânia, ruge,
feroz delicadeza,
no hay poesía en los libros,
no alcanza la lectura,
oír no es suficiente,
y nada es suficiente
ni siquiera la música.
Porque del pueblo viene,
del humus de lo humano,
de la lengua hecha canto
la luz que te oscurece,
el resplandor orgánico:
la luz que usa tu cuerpo.


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2.9.11

A Celan, por Cioran




A Celan, por Cioran

Por RODOLFO ALONSO


Sin el menor ánimo de polemizar, y apenas a simple título informativo, me permití aludir a una remembranza de Abel Posse sobre “El nada centenario Cioran”, publicada en el suplemento cultural del diario argentino “La Gaceta” (de Tucumán) el pasado domingo 24 de abril.
Al referirse allí a “tantos otros exilados europeos: Ionesco, Mircea Eliade, Paul Celan”, que compartieron su asilo en París con el singular y nada complaciente escritor rumano Emil Cioran, el autor los define como “Hombres de extraordinario refinamiento cultural que vivieron al margen del incendio.” (El subrayado es mío.) Acaso por un lapsus comprensible, incluye entre ellos al citado Celan, a quien sin duda le cabe la primera parte de esa frase, pero muy difícilmente la segunda.
Paul Celan es sin duda uno de los grandes poetas de la época, pero además inviste —en vida y obra— sus inmensas tragedias. Nacido como Paul Antschel en Cernowitz, en la Bukovina, el 23 de noviembre de 1920, no sólo le tocó asistir a la anexión de esa zona por los soviéticos, sino también a la posterior invasión nazi junto con sus aliados rumanos.
Como judío, Paul Celan fue enviado al ghetto, del cual logró fugarse para ser internado en el campo de trabajo de Tabariste. Sus padres y parientes cercanos fueron devorados por el infernal abismo de Auschwitz. Muchos pensamos que resultó la comprensible imposibilidad de admitir finalmente todo eso, la que terminó provocando su suicidio, arrojándose a las aguas del Sena, en mayo de 1970.
Pero, al mismo tiempo, ya le había tocado contradecir aquella célebre aseveración de Theodor Adorno, en el sentido de que “es cosa bárbara intentar escribir poesía después de Auschwitz”. Su entrañable y desgarrador poema “Fuga en muerte” (Todesfuge), quedará para siempre como una evidencia candente de aquellos años de fuego, de sangre y de hierro.
(Ese texto, indeleble, estuvo entre los más conmovedores de que me tocó ocuparme para un libro también conmovedor: “Poesía alemana de hoy (1945-1966)”, que tradujimos juntos con Klaus Dieter Vervuert y que publicó la editorial Sudamericana, de Buenos Aires, en 1967. Klaus se había aparecido de improviso en mi casa para proponérmelo y, ante mi sincera respuesta de que no sé alemán, me retrucó: “Y yo no soy un poeta argentino.”
Como es de imaginar, trabajamos más que juntos durante un largo tiempo, y llegué a abrumarlo con mis dudas, pero valió la pena: allí aparecen no sólo Paul Celan, sino también dos futuros Premios Nobel: Nelly Sachs, otra judía alemana, a quien Selma Lagerloff logró sacar a Suecia en 1940, y el célebre Günter Grass, escritor y hombre público, así como el polémico e incisivo Hans Magnus Enzensberger, pero también nombres del calibre de Ingeborg Bachmann, Günter Eich, Helmut Heissenbüttel y Karl Krolow. Es decir, el renacer de la gran lírica alemana después de la hecatombe. Una prueba más de que, como tan bien afirmó el griego Odiseo Elytis, otro Premio Nobel: “La poesía comienza allí donde la última palabra no la tiene la muerte.”)


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27.8.11

El lenguaje otro, el mismo






EL LENGUAJE OTRO, EL MISMO

Por Rodolfo Alonso



Ponencia para la
XXVI Bienal Internacional de Poesía
realizada en la Universidad de Lieja
(Bélgica), del 6 al 9 de octubre de 2010,
y cuyo lema fue “Poesía, ¿otro lenguaje?



* La poesía es otro lenguaje dentro del mismo lenguaje.




* La poesía es el lenguaje mismo. O, como dijo alguien muy sabio, el mismo lenguaje es poesía.




* La poesía es un lenguaje otro, aunque no otro lenguaje.




* Hölderlin lo sabía. Y también Paul Celan. Pero no sólo ellos.




* Cualquier niño lo sabe. Cualquiera es el lenguaje.




* No hablamos otra lengua. La lengua es quien nos habla. La lengua habla por nos. En nos.




* Por lo menos, tanto como la hablamos.




* La poesía es el niño del lenguaje. Y también su madurez. (Pero no uno u otro.)




* Y hasta su sinrazón. Su loca salud.




* Surgimos desde una antigua oralidad: la bárbaramente bella y primitiva de los padres fundadores, de los originarios primitivos. El lenguaje nos era.




* Hombres de palabra articulada, definió Homero a sus griegos. Hombres de palabra, se llamaron a sí mismos nuestros antepasados, nuestros campesinos, nuestros paisanos. Gente de pocas palabras, más bien parcos, pero que cuando hablaban lo hacían justamente por eso en un marco de silencio, que valorizaba su decir, irradiante por escaso, sin verborragia y sin grandilocuencia.




* ¿Y nos veremos sucumbir ahora junto con los cada vez más escasos jirones de una oralidad diezmada, asolada por la tecnocracia? ¿El lenguaje nos fue?




* Colonizados por el ruido, universal y ubicuo, ¿qué gran poesía podría llegar a haber, si no hay Silencio?




* El paladar es nuestro órgano. Allí la voz nos hace. La voz nos iza.




* La única voz. La voz de todo. La lengua única y múltiple, de cada uno y general, íntima y pública.




* Considero un honor haber sido capaz de advertir, hace no poco tiempo, que fue uno de los más discretos y exigentes poetas argentinos, Carlos Mastronardi, quien supo percibir con nitidez esta sincera, humildísima pero ineludible verdad: “Todo es traducible, excepto el lenguaje.”




* Me ratifico entonces en lo que yo mismo había supuesto con anterioridad. Cuanto más fácilmente traducible a otra lengua distinta resulta un poema, ¿no estará demostrando palmariamente con ello una mayor carencia en relación con su propio lenguaje?




* No usamos el lenguaje. Somos lenguaje




24.8.11

Pessoa(s)












Con esta ponencia participó el autor en el II Congreso Internacional Fernando Pessoa, organizado en Lisboa por la Casa Fernando Pessoa, del 23 al 25 de noviembre de 2010. Como se recordará, el escritor argentino Rodolfo Alonso fue el primer traductor de Fernando Pessoa en América Latina.





Pessoa(s)

por Rodolfo Alonso



--------Los argentinos bien podríamos preciarnos de haberlo “descubierto”. O, al menos, de haber sido de los primeros en hacerlo. Mucho antes de que empezara su consagración, cuando hasta en Portugal era casi desconocido, en 1961 Fabril Editora publica en Buenos Aires la primera traducción de Fernando Pessoa (1888-1935) en América Latina.
--------Que fue, al mismo tiempo, la primera en castellano de todos sus heterónimos. El reconocimiento llegó incluso a Portugal, donde esa edición argentina tuvo el honor de ser celebrada en Lisboa por Maria Aliete Galhoz, que en 1963 dijo: “Rodolfo Alonso nos restituye un poeta a través del amor de otro poeta.”
--------Cuando Aldo Pellegrini (1903-1973) siendo yo tan joven me ofreció, a fines de 1959, seleccionar y traducir una amplia antología de Fernando Pessoa, recuerdo que fue arduo convencer a su cuñado, Francisco Caetano Dias. Como si su familia se avergonzara de ese extraño pariente, de vida más que anónima, que recluyó bajo la humilde apariencia de esporádico traductor de correspondencia extranjera para casas comerciales la gestación de su “drama en gente”, la múltiple obra de creación que lo poblaba.
--------Sólo se había vertido entonces en castellano a un único heterónimo: Alberto Caeiro (Madrid, 1957), en cuya introducción su traductor, Ángel Crespo, afirmaba claramente: “creo que este es el primer libro de versos de Fernando Pessoa que ve la luz en nuestro país”.
--------Pero lo relevante de esa primicia argentina (primera en castellano con los heterónimos, primera en América Latina) no se limita a su concreción, de hecho pionera, sino también a la intensidad con que fue recibida en todo el ámbito de nuestra lengua. La aceptación de los lectores fue tan inmediata que en contado plazo, sin publicidad alguna, exigió sucesivas reediciones, anticipando lo ahora evidente: Pessoa conquista sus admiradores de a uno, de persona a persona, por la propia potencialidad de sus poemas, sin que se trate en absoluto de un éxito programado, superficial, y de forma tan indeleble que todavía –me consta-- aquella edición se conserva en bibliotecas privadas como un acontecimiento, y en el corazón y en la memoria como un entrañable compañero, de huella perdurable.

--------Ahora que una canonización universal confirma la premonición de Adolfo Casais Monteiro, que ya en 1958 lo vio como “el más universal y el más portugués de los poetas de este siglo”, me sigue sorprendiendo la exquisita avidez, la delicada fidelidad con que tantos lectores, en esta era de banalidad globalizada, viven como descubrimiento propio, trascendente y enriquecedor, a ese gran poeta distante, multifacético, exigente y oculto.
--------Una de las condiciones de cuyo encanto será siempre el carácter auténticamente enigmático, la irónica altivez de quien supo desnudarse a fondo: “Try to charm by what is in your silence” nos dejó dicho, en el inglés de su infancia, “Trata de seducir con lo que hay en tu silencio”.

--------Poco habría importado a Pessoa que sus inquietudes cambiaran de sentido en el contexto de otras épocas. ¿Cómo iba a imaginarse lineal, definitivo, quien vio hacerse en sí mismo a diversos creadores, de personalidades y obras diferentes? ¿Cómo iba a resultar explícito el mosaico de una personalidad celosamente oculta detrás de fantasmas fascinantes: “Eras muchos, eras todos, / y nunca eras nadie”?
--------Pero aún hoy, es del legendario baúl que en Lisboa conserva su disperso y al parecer infinito legado, de donde se continúa dando a luz nuevos libros de Pessoa. Y sus lectores, ya que se trata de obras exigentes, no son los de tanto best seller predigerido sino aquellos que, como dijo Ricardo Piglia, son los únicos para quienes vale la pena escribir: los que siguen buscando el texto único en la maraña de las librerías marginales.

--------Pessoa no sólo concretó lo que el genial Rimbaud había intuido: “Car JE est un autre” (“Porque YO es otro”). También nos dejó no pocos enigmas contagiosos. El hecho sorprendente de que su apellido: “Pessoa”, signifique al mismo tiempo “Persona” y “Nadie” en portugués, ya sería suficientemente premonitorio pero, además, su etimología nace en “Máscara”. De esas máscaras que son uno y muchos, de esas máscaras que revelan y velan, que cubren y descubren, Pessoa hizo nacer espejos, imborrables y hondos, que nos siguen hablando a la vez de él y de nosotros.
--------Porque el arte no puede ser ni juego, ni entretenimiento, ni espectáculo, sino apuesta desmedida. Como él mismo afirmó: “la literatura es la prueba de que la vida no alcanza”.

--------Mensaje (1934) fue el único libro en portugués que Pessoa editó en vida. Presentado al concurso de un movimiento nacionalista, le fue creado un premio de “segunda categoría”, a cuya entrega no asistió. Pero así había comenzando a convertirse en ese “super-Camoens” a cuya necesidad aludió (aparentemente sin involucrarse) en una célebre carta.
--------Imbuido en el mito que auguraba un mesiánico regreso del rey Don Sebastián para devolver a Portugal su edad de oro, resultaría muy pobre considerar apenas como argumentación patriótica (aunque no deja de serlo) a ese libro ejemplar, de deslumbrante y precisa limpidez.
--------No sólo porque dijo: “Soy, de hecho, un nacionalista místico, un sebastianista racional. Pero soy, aparte de eso, y hasta en contradicción con eso, muchas otras cosas”. Sino también porque añadió, frenando ensoñaciones imperiales: ”Para el destino que presumo será el de Portugal, las colonias no son necesarias”. Porque era portugués, sí, pero también (“mi alma atlántica”) mediterráneo, europeo, universal.
--------Epopeya concisa, mito hecho lenguaje vivo, Pessoa auténtico, los alcances de Mensaje nunca se agotan en una sola dirección. Las ilumina a todas, y de todas hace una: gran poesía, alimento de hombres sedientos de una grandeza que les dé sentido.

--------Cinco años después de la Revolución Rusa, Pessoa publica en una revista de Lisboa El banquero anarquista, el otro texto que, junto a Mensaje, fue reconocido por él en vida.
--------Lo que quizá se debe a su flagrante originalidad. Más diálogo platónico que narración, los engañosamente impecables argumentos (“¿Cómo subyugar al dinero, combatiéndolo? ¿Cómo hurtarme a su influencia y tiranía, no evitando su encuentro?”) de este banquero corrupto y exitoso que insiste en considerarse anarquista, concretan una cumbre de la ironía y del humor negro. Pero permiten calibrar, además, la compleja personalidad de su creador.
------- Porque, así como intenta revestir con reflexiones revolucionarias los negociados del protagonista, tan similares al desolador absolutismo de mercado imperante, esos mismos argumentos bastan para justificar la rebelión. Y anticipan, con lucidez, los dolorosos fracasos del llamado socialismo real.
--------Con irreprochable dialéctica se manifiestan, y se ocultan, los rostros cambiantes e hipnotizadores de la verdad. El banquero anarquista sigue siendo una pieza clave en el inquietante tablero de Fernando Pessoa.

--------Relacionado por él mismo con el Bernardo Soares autor del Libro del desasosiego, ese Barón de Teive capaz de afirmar que “Más vale soñar que ser” y del cual se editó post-mortem La educación del estoico, puede considerarse un semi-heterónimo, o sea alguien muy ligado con la personalidad de Pessoa. Quizá nunca como a través de esta máscara en gran medida transparente, llega a percibirse tanto de él, y en entresijos tan celosamente ocultos como los de su inexpugnable misoginia: “No serví para ninguno de los dos modos de gozar – ni para el placer de lo real ni para el placer de lo supuesto.”
--------Álvaro Coelho de Athayde, vigésimo Barón de Teive, altivo, escéptico y distante como el dandy de Baudelaire (“Tengo todas las condiciones para ser feliz, salvo la felicidad”), que ya ha decidido fríamente suicidarse, a medida que las relee por última vez va arrojando indiferente al fuego de su chimenea las páginas de ese casi diario donde apuntó, en fragmentos imborrables, su intensísima aventura espiritual. Cautivo de su razón y de su orgullo, prefiere silenciarse para siempre, antes que renunciar a su ideal inalcanzable: “El escrúpulo de la precisión, la intensidad del esfuerzo de ser perfecto.”

--------“Me propongo examinar el problema de la celebridad”. Esas palabras que abren su Eróstrato y la búsqueda de la inmortalidad, podrían confundirse con la fugaz audiencia que concede la sociedad del espectáculo, superficial y efímera. Pero pronto vemos que era en realidad opuesto el criterio de Pessoa: “La celebridad es la aceptación de que un hombre o un grupo de hombres son de alguna manera valiosos para la humanidad”.
--------Y resulta llamativo que aluda a su época con la misma lucidez con que predice genialmente la nuestra: “El esfuerzo continuado que requiere producir incluso un pequeño poema bueno excede la incapacidad constructiva, la mezquindad del entendimiento, la futilidad de la sinceridad y la desordenada pobreza de imaginación que caracterizan a nuestros tiempos”.
--------Anatema que se hace premonitorio en palabras nada complacientes: “Por un lado hay demasiada gente que escribe, que dibuja y que maltrata el arte de distintas maneras. Esto genera confusión. Por el otro lado, esta verdadera multitud de artistas hace de la publicidad y de la autoafirmación del más bajo nivel una defensa contra la oscuridad”.

--------Susan Sontag afirmó que “El gusto es el contexto, y el contexto ha cambiado.” Y Luis Cernuda señaló, citando a Bécquer, que la obra de arte alcanza las dimensiones de la imaginación que impresiona. Y se refería, sin duda, al legítimo alcance que una gran obra podía lograr, al ser descubierta y valorada por una cultura.
--------Pero hoy, emasculándola al masificarla, oscureciéndola al exhibirla a plena luz, la sociedad de consumo destruye con bárbara inocencia el sentido crítico, la negatividad de una gran obra mediante el simple recurso de hacerla triunfar en el mercado, sin volverla cultura,
--------No creo que sea posible con Pessoa. Su renombre no deriva de la aprobación masiva, sino que sus lectores siguen surgiendo espontáneamente, de uno en uno. A pesar de encontrarse traducido casi en todo el mundo, a pesar de los incontables estudios sobre su obra y su persona, algo lo mantiene fuera de la desoladora tiranía del mercado.
--------Algo secreto seguirá siempre vigente en el Pessoa público. Algo intransferible. ¿Qué puede hacer la sociedad del espectáculo con alguien capaz de palabras tan ferozmente irrecuperables como éstas? “Si escribir –en el sentido de escribir para decir algo-- es un acto que tiene el cuño de la mentira y el vicio, criticar cosas escritas no deja de tener su correspondiente aspecto de curiosidad mórbida o de futilidad perversa. Y cuando la crítica es, además, escrita, su inmoralidad esencial se refina hasta lo repugnante. Se contagia de la enfermedad del criticado: el hecho de existir en lo escrito.”



--------Fernando Pessoa es felizmente irrecuperable. Como su gemelo no menos oscuro e indeleble, Franz Kafka, en una carta a Franz Werfel de 1923, bien hubiera podido decirnos: “¿De qué estás hablando? ¿Qué ocurre? Literatura, ¿qué es eso? ¿De dónde viene? ¿Para qué sirve?”. Lo cual prueba que ambos fueron y son auténticos escritores, escritores de raza, nunca apenas meros literatos.




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Bibliografía:

Poemas de Alberto Caeiro, de Fernando Pessoa. Selección, versión, prólogo y notas de Ángel Crespo. Ediciones Rialp, Madrid, 1957, 66 páginas.
Poemas, de Fernando Pessoa. Selección y traducción de Rodolfo Alonso. Incluido en revista “Poesía Buenos Aires”, nº 30, Buenos Aires, primavera de 1960, páginas 311 a 314.
Poemas, de Fernando Pessoa. Selección, traducción y prólogo de Rodolfo Alonso. Fabril Editora, Buenos Aires, 1961, 213 páginas.
Lluvia oblicua y otros poemas, de Fernando Pessoa, Mário de Sá Carneiro y otros. Estudio preliminar, selección, traducción y notas de Rodolfo Alonso. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1983, 155 páginas.
Cincuenta años después de Pessoa. Incluido en La palabra insaciable, de Rodolfo Alonso. Torres Agüero Editor, Buenos Aires, 1992, páginas 59 a 67.
La educación del estoico, de Fernando Pessoa. Traducción de Rodolfo Alonso. Emecé Editores, Buenos Aires, 2002, 111 páginas.
Poemas, de Fernando Pessoa. Traducción de Rodolfo Alonso. Incluido en Poetas portugueses y brasileños: de los simbolistas a los modernistas, de José Augusto Seabra. Edición bilingüe. Thesaurus Editora, Brasilia, 2002, páginas 93 a 111.
El banquero anarquista, de Fernando Pessoa. Traducción de Rodolfo Alonso. Emecé Editores, Buenos Aires, 2003, 95 páginas.
Mensaje, de Fernando Pessoa. Edición bilingüe. Traducción de Rodolfo Alonso. Emecé Editores, Buenos Aires, 2004, 158 páginas.
Antología poética, de Fernando Pessoa. Selección, traducción y prólogo de Rodolfo Alonso. Editorial Argonauta, Buenos Aires, 2005, 204 páginas.
Aforismos y afines, de Fernando Pessoa. Traducción y prólogo de Rodolfo Alonso. Emecé Editores, Buenos Aires, 2005, 102 páginas.
Escritos autobiográficos, automáticos y de reflexión personal, de Fernando Pessoa. Traducción de Rodolfo Alonso. Emecé Editores, Buenos Aires, 2005, 287 páginas.
Pessoa(s). Incluido en La voz sin amo, de Rodolfo Alonso. Alción Editora, Córdoba, 2006, páginas 57 a 60.
Anónimo transparente. Una interpretación gráfica de Fernando Pessoa, por Hermenegildo Sábat. Prólogo de Rodolfo Alonso. Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, 2007.

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8.8.11

Cuestionario Schmidt


sábado 6 de agosto de 2011

RODOLFO ALONSO ( BUENOS AIRES,1934 )

1. qué objetos te acompañaron toda tu vida?

DEMASIADOS.

2. sentís presencias, voces, músicas del trasmundo?

NO HASTA EL MOMENTO.

3. qué pensás de la rosa, los anillos, el mar y los tatuajes?

LO QUE ELLOS DECIDAN.

4. cuál es tu superstición?

NO CONOCERLA.

5. en qué parte del cuerpo, el aire o el paisaje sentís la poesía?

¿QUIÉN SERÁ ESE DEL QUE HABLAN?

6. escribís mientras escribís o antes o después?

DEPENDE.

7. qué autores no releerías?

BASTANTES.

8. de los poetas que conociste cuál, cuales te parecieron que unían su vida a sus palabras?

NO MUCHOS.

9. qué, quién, quiénes escribe en vos?

ME GUSTARÍA SABERLO.

10. vuelven algunas palabras, algunos temas o algunos climas?

PUEDE OCURRIR.

11. en tu vida, la poesía como propósito, destino o circunstancia?

YO NO BUSCO, ME ENCUENTRA.

12. qué quisieras leer mañana, que quisieras releer para siempre?

ALGUNAS DE ESAS LÍNEAS QUE ALCANZAN PARA SIEMPRE.

13. qué pensás del romanticismo alemán?

QUE SIN SABER ALEMÁN ES IMPOSIBLE HABERLO CONOCIDO.

14. el silencio, la soledad, la transparencia, el orden, adentro, afuera, a veces, nunca?

NO SIEMPRE.

15. qué fue lo imposible?

¿DE QUÉ? ¿DE QUIÉN?

16. la poesía es un arma cargada de futuro, pasado, eternidad?

ESO DICEN.

17. la poesía es literatura?

SÍ Y NO.

18. qué lugar ocupa la poesía argentina en Latinoamérica y en la lengua castellana?

LA CUESTIÓN ME SUPERA, AMPLIAMENTE.

19. cuáles poetas argentinos te parece que deberían estar y no están? /

ELLOS SABRÁN.

20. alguien te llevó o fuiste solo a esa palabra oscura?

¿CÓMO SABERLO?

21. fuera de la poesía que campo del arte te interesa?

TODO ES POESÍA O NADA ES POESÍA.

22. la poesía es una tarea del espíritu o una emanación de la historia ¿hay espíritu, hay historia?

SI SUPIERA LES DIRÍA.

23. cuál es la mayor dificultad en la relación existencia-poesía?

PREGUNTAS COMO ÉSTA.

24. quisieras responder otras preguntas, quisieras hacer otras preguntas?

PREFERIRÍA NO HACERLO.

Publicó:

* “Salud o nada”. Poesía. Rodolfo Alonso, ediciones Trayectoria, Buenos Aires, 1954.
* “Buenos vientos”. Poesía. Rodolfo Alonso, ediciones Poesía Buenos Aires, Buenos Aires, 1956.
* “El músico en la máquina”. Poesía. Rodolfo Alonso, con dibujos de Libero Badii, Librería Galatea, Buenos Aires, 1958.
* “Duro mundo”. Poesía. Rodolfo Alonso, con un dibujo de Eduardo A. Serón, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1959.
* “El jardín de aclimatación”. Poesía. Rodolfo Alonso, con dibujos de Clorindo Testa, Boa, Buenos Aires, 1959.
* “Gran Bebé”. Poesía. Rodolfo Alonso, ediciones Poesía Buenos Aires, Buenos Aires, 1960.
* “Poèmes”. Antología poética. Rodolfo Alonso, con selección y traducción de Fernand Verhesen, Éditions Le Cormier, Bruselas, 1961.
* “Entre dientes”. Poesía. Rodolfo Alonso, con un dibujo de Alfredo Hlito, Fondo de Escritores Asociados, Buenos Aires, 1963.
* “Hablar claro”. Poesía. Rodolfo Alonso, con dibujos de Rómulo Macció y portada de Rogelio Polesello, editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1964. Premio Fondo Nacional de las Artes.
* “Relaciones”. Poesía. Rodolfo Alonso, Ediciones del Mediodía, Buenos Aires, 1968.
* “Hago el amor”. Poesía. Rodolfo Alonso, con prólogo de Carlos Drummond de Andrade, Editorial Biblioteca, Rosario, 1969.
* “Guitarrón”. Poesía. Rodolfo Alonso, ediciones La Ventana, Rosario, 1975.
* “Señora Vida”. Poesía. Rodolfo Alonso, con un dibujo de Guillermo Roux, editorial Galerna, Buenos Aires, 1979.
* “Cien poemas escogidos”. Antología. Rodolfo Alonso, Fundación Argentina para la Poesía, Buenos Aires, 1980.
* “Sol o sombra”. Poesía. Rodolfo Alonso, editorial Libros de América, Buenos Aires, 1981.
* “Poesía: lengua viva”. Ensayo. Rodolfo Alonso, editorial Libros de América, Buenos Aires, 1982. Mención Especial en el Premio Nacional de Ensayo.
* “Alrededores”. Poesía. Rodolfo Alonso, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1983.
* “No hay escritor inocente”. Ensayo. Rodolfo Alonso, Librería del Plata, Buenos Aires, 1985. Premio Fondo Nacional de las Artes, Segundo Premio Municipal de Ensayo, Mención Especial en el Premio Nacional de Ensayo.
* “Jazmín del país”. Poesía. Rodolfo Alonso, con dibujos de Josefina Robirosa, Juan Grela y Guillermo Roux, editorial Ocruxaves, San Isidro, 1988. Tercer Premio Regional de Literatura.
* “Jazmín del país”. Poesía. Rodolfo Alonso, con un dibujo de Guillermo Roux, Ediciós do Castro, Sada, España, 1988.
* “El fondo del asunto”. Relato. Rodolfo Alonso, Torres Agüero Editor, Buenos Aires, 1989.
* “Liturgias de una lengua”. Ensayo. Rodolfo Alonso, Ediciós do Castro, Sada, España, 1989.
* “La palabra insaciable”. Ensayo. Rodolfo Alonso, Torres Agüero Editor, Buenos Aires, 1992.
* “Poemas escogidos”. Antología. Rodolfo Alonso, con prólogos de Milton de Lima Sousa y Daniel Samoilovich, Ediciós do Castro, Sada, España, 1992. Segundo Premio Regional de Literatura.
* “70 poemas de 35 años”. Antología. Rodolfo Alonso, con prólogo de Fernand Verhesen, Ediciones de la Aguja, Buenos Aires, 1993.
* “Música concreta”. Poesía. Rodolfo Alonso, con prólogo de António Ramos Rosa, editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1994. Premio Fondo Nacional de las Artes, Segundo Premio Nacional de Poesía.
* “Lengua viva”. Antología poética. Rodolfo Alonso, ediciones La Hoja Murmurante, Toluca, México, 1994.
* “Poemas”. Antología. Rodolfo Alonso, ediciones de la revista Golpe de Dados, Bogotá, 1995.
* “Tango del gallego hijo”. Relato. Rodolfo Alonso, Ediciós do Castro, Sada, España, 1995.
* “Antología poética”. Rodolfo Alonso, Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, 1996.
* “Defensa de la poesía”. Ensayo. Rodolfo Alonso, editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 1997.
* “Elle, soudain”. Antología bilingüe. Rodolfo Alonso, con prólogo y traducción de Fernand Verhesen, en colaboración con Roger Munier y Jean A. Mazoyer, Editorial L´Harmattan, París, 1999.
* “El arte de callar”. Poesía. Rodolfo Alonso, contratapa de Juan José Saer. Alción Editora, Córdoba, 2003. Premio Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia).
* “Antologia pessoal”. Antología bilingüe. Rodolfo Alonso, traducción de José Augusto Seabra, Anderson Braga Horta y José Jeronymo Rivera, Thesaurus Editora, Brasilia, 2003.
* “La otra vida”. Antología poética. Rodolfo Alonso, con prólogo de António Ramos Rosa, Común Presencia Editores, Bogotá, 2003.
* “Canto hondo”. Antología poética. Rodolfo Alonso, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela, 2004.
* “Poesía junta”. Antología. Rodolfo Alonso, con prólogo de Juan Gelman, Alforja, México, 2006.* “La voz sin amo”. Ensayo. Rodolfo Alonso, con prólogo de Héctor Tizón, Alción Editora, Córdoba, 2006. Premio Único de Ensayo Inédito de la Ciudad de Buenos Aires.
* “Poemas pendientes”. Poesía. Rodolfo Alonso, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2006.
* “República de viento”. Ensayo. Rodolfo Alonso, editorial Leviatán, Buenos Aires, 2007.
* “Dejen en paz a la Gioconda”, de Alfredo Hlito. Edición, revisión, prólogo y notas de Rodolfo Alonso. Ediciones Infinito, Buenos Aires, 2007.
* “La voz sin amo”. Ensayo. Rodolfo Alonso, con prólogo de Héctor Tizón, Ediciones de Medianoche, Zacatecas, 2008.
* “Il rumore del mondo”. Antología poética bilingüe. Rodolfo Alonso, con prólogo de Juan Gelman. Edizioni Ponte Sisto, Roma, 2009.
* “Ser sed”. Antología poética. Rodolfo Alonso, con prólogo de Juan Gelman. Editorial Arte y Literatura, La Habana, 2009.
* “La vida entera”. Antología poética. Rodolfo Alonso, con prólogo de Juan Gelman y dibujos de Cándido Ballester. Universitat de les Illes Balears, Palma de Mallorca, 2009.
* “Poemas pendientes”. Poesía. Rodolfo Alonso, con prólogo de Lêdo Ivo. Alción Editora, Córdoba, 2010.
* “Poesía Buenos Aires (1950-1960)”. Antología íntima. Edición, prólogo y notas de Rodolfo Alonso. Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2010.
* "Entre dientes". Poesía. Rodolfo Alonso.Con una carta de Jorge Teillier. Pequeño Dios Editores.Santiago de Chile.2011

Publicado por Alejandro Schmidt

http://lapoesiapregunta.blogspot.com/2011/08/rodolfo-alonso-buenos-aires1934.html

28.7.11

Rodolfo Alonso en Chile

El nuevo sello chileno Pequeño Dios Editores acaba de lanzar “Entre dientes”, libro de poemas del escritor argentino Rodolfo Alonso. Quien, por primera vez, es publicado en Chile.
El volumen incluye una emotiva carta al autor del poeta Jorge Teillier, fechada en Santiago en 1979. Y es publicado contemporáneamente con la reedición de “El espejo de agua” y “Ecuatorial”, primeros libros del gran poeta chileno Vicente Huidobro.
“Entre dientes”, que reúne poemas escritos entre 1956 y 1958, en plena juventud del autor, fue publicado originalmente en Buenos Aires, en 1963, ilustrado con un dibujo original del pintor Alfredo Hlito,

¿Es Mario Vargas Llosa liberal?






Martes, 26 de abril de 2011
FERIA > Opinión


¿Es Mario Vargas Llosa liberal?
Por Rodolfo Alonso *


En principio, me desilusionó. Después de tanta bulla mediática, que aprovechó un desacuerdo inicial raudamente cicatrizado por nuestra Presidenta, Mario Vargas Llosa habló al fin en la mal llamada Feria del Libro (que debería ser en realidad Feria del Negocio del Libro). Y lo hizo sin limitación alguna, ante un público que dispuso no de una sino de dos salas, todo el acto (que cerró un largo monólogo disfrazado de entrevista) fue transmitido íntegro por televisión, los medios adictos lo arroparon como siempre, y hasta Página/12 le dedicó la tapa y un reportaje en sus tres primeras páginas.
Su acotada alocución, leída, no me resultó al cabo llamativa ni por el brillo literario ni por la novedad de los conceptos. La vulgata neoliberal fue reiterada, como si el Consenso de Washington o la reaganomics no hubieran estallado, tal como lo están ahora mismo padeciendo sus pueblos, en el mismísimo Primer Mundo. Pero algo me sigue sorprendiendo: que se sigan contrabandeando ideas opuestas bajo palabras que las contradicen. Hace ya mucho tiempo que, como anunció George Orwell en su difundido 1984, se reiteran vocablos que significan exactamente lo contrario de aquello que se les quiere hacer decir. Una de esas palabras, ya desde hace mucho trajinada es, por ejemplo, “liberal” y su genérico, “liberalismo”.
Sólo de manera burda, pero a la vez cínicamente eficaz, se puede intentar aplicar esos rótulos a lo que, en carne propia, nos tocó comenzar a padecer bajo el Proceso para culminar en los noventa: desguazamiento del Estado y la industria nacional, liquidación de los derechos sociales y laborales, indefensión ante la rapacidad financiera y multinacional, quebranto y miseria general, anulación de la entidad de ciudadano y de persona, imposición de criterios de rentabilidad empresaria como único valor, haciendo tabla rasa de toda solidaridad, imponiendo un vaciamiento ya no sólo económico sino ético y cultural, promoviendo un individualismo tan egoísta que resulta suicida.
Como bien dijo un gran intelectual antifascista italiano, Elio Vittorini, “la milenaria corriente liberal en la cual la revolución de clase de la burguesía supo a su tiempo insertarse”, tiene raíces hondas y una larga historia de enfrentamientos con el absolutismo monárquico y el totalitarismo religioso, que pretendían ocupar y regir toda la escena cultural y social. Y se puso de manifiesto, entre los siglos XVIII y XIX, con las grandes revoluciones europeas y americanas, americanas y europeas, que dieron origen a las naciones modernas.
Los derechos civiles y los derechos humanos son el resultado de una larga epopeya, a la vez siempre inconclusa. “Porque la libertad de expresión está en peligro siempre. La amenazan no sólo los gobiernos totalitarios y las dictaduras militares, sino también, en las democracias capitalistas, las fuerzas impersonales de la publicidad y del mercado. Someter las artes y la literatura a las leyes que rigen la circulación de mercancías, es una forma de censura no menos nociva y bárbara que la censura ideológica.”
Quien dijo esto fue alguien al cual los seudoliberales solían en apariencia rendir culto, pero de quien se cuidaron bien de difundir esos conceptos: Octavio Paz. El mismo que, en reportaje de Jacques Julliard para Le Nouvel Observateur, agregó: “Tocqueville vio eso bien. Habla de una vulgarización de la vida democrática y hasta de una incompatibilidad entre la poesía y la democracia moderna. La cuestión subsiste. Se habló del desastre del autoritarismo, sería preciso hablar del desastre del capitalismo liberal y democrático, en el dominio del pensamiento como en el de la vida cotidiana; la idolatría del dinero, el mercado transformado en valor único que expulsa a todos los otros”.
Es decir, algo que ya sabían muy bien liberales como el nicaragüense Augusto César Sandino, capaz de oponerse al imperialismo estadounidense. O como nuestro Lisandro de la Torre, autodefinido como “liberal orgánico”, que pagó con la vida su lucha contra la corrupción encarnada, entre otros, por los grandes frigoríficos ingleses. O como el perpetuo disidente Bertrand Russell que, siendo aristócrata, empezó como pacifista preso y terminó presidiendo el Tribunal Internacional para los Crímenes de Guerra en Vietnam.
Liberales como el italiano Randolfo Pacciardi, comandante del Batallón Garibaldi, que combatió en las Brigadas Internacionales defendiendo a la República española y que, tras la liberación, fue el único ministro de guerra que convocó un concurso de poesía. O como sus compatriotas, los hermanos Carlo y Nello Rosselli, aquellos “socialistas liberales” asesinados por el fascismo. Como lo fue el precoz Piero Gobetti, fundador del periódico La Revolución Liberal, pero capaz de escribir en el de Gramsci. Y como Norberto Bobbio, que preconizó toda su vida el reencuentro de la revolución social con los valores liberales y, en plena vigencia de la absurda profecía de Fukuyama, dejó su libro Derecha e Izquierda, subtitulado “Razones y significados de una discusión política”.
Liberales como sin duda fue nuestro Arturo Illia, acaso una de las últimas esperanzas de la democracia argentina, a quien destituyó un premonitorio golpe militar por enfrentarse a las multinacionales del petróleo y los medicamentos, y no por su supuesta inercia. O como el socialista Carlos Sánchez Viamonte, que llamó Liberalis a su revista. O como el científico y humanista Mario Bunge, quien se proclamó “liberal de izquierda”.
Me parece injusto, y me parece equivocado, permitir que se siga encubriendo con los dignos nombres de “liberalismo” y “liberal” lo que en realidad debería ser denominado “neoliberal” o “neocon”. Porque no es casual (nada es inocente en asuntos de lenguaje), que Norteamérica siga empleando el término inglés “liberal”, acentuado fonéticamente en la “i”, con el significado de “progresista”.
Un liberal auténtico se enfrenta sí con los poderes del Estado, cuando éste daña la libertad individual o cívica, pero lo hace enfrentándose también, en defensa de los mismos derechos, contra cualquier otro poder que se proponga amenazarlos: sea social, militar, religioso, cultural o, en estos tiempos, primordialmente económico, ningún liberal que se precie puede defender, si quiere serlo, monopolios, oligopolios, corporaciones y multinacionales, económicas o financieras, y peor aún si son globalizadas, universalizadas, frente a las cuales el individuo no tenga el simple derecho a decir “no”, ese derecho que es orgullo y garantía de cualquier liberal.
Desenmascarar a los seudoliberales de esta época, que no se amilanaron en propiciar o ser funcionarios de dictaduras sangrientas, como las de Videla y Pinochet por citar sólo las dolorosamente cercanas, es precisamente la tarea de cualquier liberal. Porque no fue Martínez de Hoz, sino León Trotsky quien afirmó: “El liberalismo fue, en la historia de Occidente, un poderoso movimiento contra las autoridades divinas y humanas, y con el ardor de la lucha revolucionaria enriqueció a la vez la civilización material y la espiritual”. Y no fue Domingo Cavallo, sino Adam Smith quien aclaró: “Ninguna sociedad puede prosperar y ser feliz si en ella la mayor parte de los miembros es pobre y desdichada”.
Pero sí fueron de Mariano Grondona, en La Nación del 29 de octubre de 2000, estas palabras que delatan con absoluta nitidez a qué nos referimos: “Tendremos que resignarnos, por lo visto, a la idea de que la democracia contemporánea no es íntegramente democrática, sino un sistema mixto entre dos elementos: el voto formal y las encuestas; y un elemento oligárquico: el poder económico”.
¿Es ése un punto de vista “liberal”?, me animaría a preguntarle a Vargas Llosa, si confiara en su voluntad de responderme. Pero quien lo hace sin duda, de antemano, es uno de los últimos grandes humanistas europeos, un firme devoto de la mejor literatura: George Steiner, para quien: “Hoy, la censura es el mercado”.
* Poeta y traductor.
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10.5.11

RODOLFO ALONSO EN AUSTRIA

El poeta, traductor y ensayista argentino Rodolfo Alonso ha sido especialmente invitado por el Foro Literario Austria-Latinoamérica, cuyo VI Festival Latinoamericano de Poesía en Viena se realizará en dicha ciudad, capital de Austria, del 6 al 9 de junio próximo.
En su transcurso, participará en un coloquio con estudiantes de la Universidad de Viena y brindará varias lecturas de sus poemas, los que serán acompañados por su versión en alemán, especialmente realizada para la ocasión.
Esas mismas traducciones serán publicadas, a posteriori, en un volumen de carácter bilingüe.

17.3.11

Talleres 2011

TALLERES DE REFLEXIÓN
Y CREACIÓN LITERARIA

A cargo del reconocido escritor
RODOLFO ALONSO
Premio Nacional de Poesía 1997
(junto a Juan Gelman)
Premiado en Argentina, España,
Venezuela, Brasil, Colombia, EEUU.

EN OLIVOS
muy cerca de Panamericana y Ugarte
4797-6312
rodolfoalonso2002@yahoo.com.ar

* EN GRUPO O INDIVIDUALES
* SEGUIMIENTO DE TEXTOS
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RODOLFO ALONSO. Poeta, traductor, ensayista y ex editor argentino. Es una voz reconocida de la poesía latinoamericana contemporánea. Fue el más joven de la legendaria revista de vanguardia “Poesía Buenos Aires”. A partir de “Salud o nada” (1954), publicó más de 25 libros, la mayoría de poemas pero también de ensayo y narrativa. Primer traductor de Fernando Pessoa en América Latina (1961). Tradujo también a muchos otros importantes autores del francés, italiano y portugués, entre ellos Cesare Pavese, Giuseppe Ungaretti, Paul Éluard, Marguerite Duras, Eugenio Montale, Carlos Drummond de Andrade, Jacques Prévert, Dino Campana, Antonin Artaud, Guillaume Apollinaire, Pier Paolo Pasolini, Charles Baudelaire, Murilo Mendes, Manuel Bandeira, Rosalía de Castro, Paul Valéry, Olavo Bilac, Stéphane Mallarmé, André Breton, etc. Antologías y libros suyos fueron publicadas en Argentina, Bélgica, Colombia, España, México, Venezuela, Francia, Brasil, Italia, Cuba y, próximamente, Chile e Inglaterra. Escribió textos para cine, como el célebre corto metraje “Faena” (1960). Premio Nacional de Poesía (1997), junto a Juan Gelman. Orden “Alejo Zuloaga” de la Universidad de Carabobo (Venezuela, 2002). Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía (2004). Palmas Académicas de la Academia Brasileña de Letras (2005). Premio Único de Ensayo Inédito de la Ciudad de Buenos Aires (2005). Premio Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia, 2006). Entre sus libros más recientes se destacan “La voz sin amo”, con prólogo de Héctor Tizón (Ediciones de Medianoche, Zacatecas, México, 2008); “Il rumore del mondo”, con prólogo de Juan Gelman (Ponte Sisto, Roma, 2009); “El arte de callar”, con palabras de Juan José Saer (El Perro y la Rana, Caracas, 2009); “Ser sed”, con prólogo de Juan Gelman (Arte y Literatura, La Habana, 2009); “La vida entera”, con prólogo de Juan Gelman (Poesia de Paper, Palma de Mallorca, España, 2009); Poemas pendientes, con prólogo de Lêdo Ivo (Alción Editora, Córdoba, 2010).