DESDE EL
CORAZÓN DEL HOMBRE
apuntes
sobre el libro Defensa de la Poesía de
Rodolfo Alonso
Por Nadia Contreras
Defensa de la Poesía (Universidad Veracruzana /
Universidad Iberoamericana, Torreón, 2014) de Rodolfo Alonso (Buenos Aires,
Argentina) es un libro enérgico, sacude, golpea con puño cerrado; es un
homenaje a Percy Bysshe Shelley y a su título homónimo que se publicó en 1840,
muchos años después de su muerte. Rodolfo Alonso escribe: “Que se sepa,
entonces, al menos, no sólo que lo sé sino que me permito, muy modestamente,
reiterarlo en su homenaje. Y en homenaje de aquella clara y valiente actitud
suya de salir en defensa de la poesía aún en tiempos menos áridos y menos
ácidos que éstos, los que hoy nos toca vivir”.
Compuesto por un total de
sesenta y dos textos breves, un apéndice y un epílogo, este volumen, publicado
dispersamente a lo largo de muchos años en diversos medios periodísticos, da
testimonio de una vida dedicada al oficio poético. Es un libro íntegro,
transparente, limpio. Pocos textos o conjunto de textos, logran tener este
equilibro entre sus partes. ¿Qué vuelve importante este libro? La poesía como
tema central y el hombre, su lenguaje. A través de estos el autor plantea la
necesidad urgente de cambiar el rumbo de nuestras sociedades, retomar el camino
resbaladizo que llamamos futuro.
Defensa de la Poesía, del poeta, traductor, ensayista y
ex editor argentino, me recuerda aquellos apuntes de Henri Michaux sobre
pintura. La poesía es pintura (o viceversa) y en esta confluencia la revelación
adquiere sentido. Rodolfo Alonso y Henri Michaux parten de esa revelación que
implica un paisaje transformado.
En primera persona, los
textos de este libro forman un jardín, ese espacio de la infancia lleno de
árboles, plantas, hierbas. El libro se puede leer libremente, saborear
dependiendo de nuestra inquietud, nuestro deseo. Página a página, eligiendo al
azar o intencionalmente. Voy a referirme en particular a cuatro temas que me parecen
importantes:
Poesía-tiempo
El poeta debe mirar el
tiempo, el tiempo de la poesía y sus generaciones. La poesía no es un espejismo
aislado, un trazo aquí puede resultar más allá. ¿Puedo continuar yo los trazos
de Michaux? La poesía es historia, sus vicisitudes, en mayor o menor medida, se
trasladan al papel.
En “De generaciones”,
Alonso apunta: “El aire de la época no afecta a todos por igual, bendito sea, y
no es suficiente haber publicado más o menos en las mismas fechas para sentir o
expresarse de forma similar. Pero también es verdad que hay líneas que se
tienden, problemas que se perciben, cuestiones que se dirigen, más abiertas y
francamente en una época que en otras. Y que en algunas ocasiones especiales
llegan a impregnarla casi por entero. Lo cual no niega que el asunto muchas
veces ya venga también de antes y lógicamente se continúe después”.
¿Cuáles son los temas de
la poesía actual? “He escrito tantas veces del dolor que me cuesta controlar la
alegría”, dice la poeta Luna Miguel.
El “yo”, o
los otros “yo”
La palabra “clon” deja de
ser relativamente nueva, para convertirse en algo que, incluso, es inherente al
ser humano. Utilizando diversas técnicas: máscaras, disfraces,
caracterización-suplantación de personajes y la escritura misma, el hombre se
proyecta “a tal punto que puede tocarse”, según Otto Rank.
El
poeta, particularmente el poeta, tiende a la búsqueda de este tipo de
conocimiento: la constante introspección. Henri Michaux es este tipo de
personajes (justifico una vez más su presencia en este texto). El otro, los
otros, se desdoblan como una nueva conciencia. Michaux escribe: “Muchedumbre en
la conciencia, una conciencia que se extiende hasta perecer, que se desdobla,
se multiplica, ebria de percepciones y de saberes simultáneos, para observar
mejor sinópticamente y tener abrazados los puntos más distantes”.
Rodolfo Alonso, un tanto
escéptico, hace recuento de este “alter
ego”. Menciona a Rimbaud (“Yo es otro”), Fernando Pessoa, Juan de Mairena,
Abel Martín, estos dos últimos de Antonio Machado. Sin embargo, más adelante,
cede: “a lo largo de la evolución y el desarrollo de la misma cultura llamada
occidental, con cuya historia —para bien y para mal— quiera que no se enhebra,
la poesía ha ido manifestando y asimismo cuestionando, siendo y deviniendo —a
la vez en la teoría y en la práctica— una idea del yo”.
¿Poesía
escrita?
“Siempre me ha preocupado
aclarar que, a mi modesto entender, es claro, la escrita es sólo una de las
muchas formas posibles de la poesía. Que, como bien intuía el antaño sabio
lenguaje popular, se encuentra (se descubre) poesía en muchas cosas, en muchos
acontecimientos, en muchas sensaciones o sentimientos o vivencias”, afirma Rodolfo
Alonso. No sólo hay poesía escrita. Esto lo vemos claramente en nuestros días.
Hay un (re)surgimiento de la poesía visual no sólo en México. Relegada desde
sus inicios de los espacios de estudio y divulgación, es una poesía atenta a
nuestras sociedades.
Aunque el poeta no
manifiesta optimismo por el rumbo de la poesía “avasallada por la gran tiranía
del mercado y sus leyes de la oferta y la demanda, las estrepitosas charangas
de los medios audiovisuales de difusión”, los poetas jóvenes, hablo de aquellos
nacidos en los ochenta y noventa, han dado nueva imagen al poema. Mantienen
blogs, revistas electrónicas, foros, etc., y culminan su propuesta en libros
impresos. Hay, después de todo, un retorno al papel y a la tinta. En México,
por ejemplo, David Meza; en Argentina, Natalia Litvinova; en Puerto Rico,
Amanda Jayne. Y la poesía que se escribe en Europa, sin dejar atrás su
tradición y sus grandes poetas. El tiempo, por supuesto, les brindará
permanencia u olvido.
Utilidad de
la poesía
¿Existe el oficio de
poeta? ¿La poesía es un oficio? Oficio se entiende como una labor habitual que
se realiza y en la cual hay o debe haber una retribución económica. En
cualquier momento podemos abandonar y emprender otro. Rodolfo Alonso, en el
texto “¿Para qué sirve hoy la poesía?”, a manera de apéndice, le asigna otra
connotación, otra categoría en la escala de valores, Si este oficio, título que
nos coloca de frente a Cesar Pavase, carece de
esperanza, entonces debemos redoblar esfuerzos. En cambio, decaerá el
lenguaje humano, decaerá la condición humana, tomando las palabras del autor de
un texto publicado en “La Jornada semanal”, el 22 de abril de 2007.
Sus argumentos son: 1) La
poesía ha dejado de ser testimonio y bandera, y se refugia, a la defensiva,
acaso en sus últimos bastiones; 2) Los problemas que afectan a la expresión y a
la difusión, a la existencia social y por lo tanto a la cultural de la poesía;
3) La crisis de la poesía que no sólo es de consumo o difusión sino de esencia
y de apariencia; 4) La palabra, el lenguaje, que si pudo durante siglos hacer
de su muy humana ambigüedad una cantera, hoy está afectado en su ser más
íntimo. ¿Cómo lanzar un grito de alarma contra los daños ecológicos a la propia
naturaleza humana? 5) ¿No habrá llegado el momento de plantearse también una
ecología del espíritu, de la condición humana?
El intelectual posee
herramientas más completas que le permiten reflexionar críticamente, pero no
sólo el intelectual, no sólo el poeta viven “lo desbocado”. El cambio, radical,
compromete a todos: “Por otro lado intuyo que no sólo a los supuestos
intelectuales sino, en realidad, a cualquier hombre consiente de su propia
condición le va a ser ineludible enfrentarse con gravísimos problemas de
supervivencia”.
Una última pregunta: ¿qué
puede hacer la poesía, el poema en su deseo fehaciente de decir, según Michaux?
En esta otra escala de valores, ahondar, develar, iluminar la oscuridad del
mundo “a fondo y totalmente”. La poesía, es la conclusión a la que se llega
luego de leer este libro, debe humanizar al hombre. Sólo así, éste podrá ser
corazón y lenguaje vital.
Defensa
de la Poesía
ensayos de Rodolfo Alonso
Universidad Veracruzana,
Xalapa, México, 2014
Defensa
de la Poesía
ensayos de Rodolfo Alonso
Alción Editora, Córdoba,
2012
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