CON LUIS CERNUDA AÚN,
A 50 AÑOS DE SU MUERTE
Por
Rodolfo Alonso *
En
la tómbola incierta de las conmemoraciones, parece haberle tocado ahora –inesperadamente--
al más secreto y hondo de los poetas andaluces. Siempre discreto y reservado,
siempre fino y distante, Luis Cernuda (1902-1963) supo combatir por la República y pagar con su
exilio interminable en el México fiel, donde encontró la tumba, un 5 de
noviembre de hace medio siglo. Estruendosamente silenciado entre sus
compatriotas, nunca dejó de responder con altivo desdén y finísima ironía al
ninguneo absoluto con el que fue afligido.
Quizá por eso, dedicó uno de sus
poemas memorables (“con unas violetas”) al más ácido y mordaz crítico de la
sociedad española, el agudo cronista Mariano José de Larra. Ese mismo texto que
comienza, tan bellamente, con una de las líneas indelebles del poeta Cernuda:
“Leves, mojadas, melodiosas.”
Cuando aún arreciaba sobre él aquel feroz
silencio, el 27 de octubre de 1968, se me escribió este poema, incluido más
tarde al comenzar mi libro ”Señora Vida”, de 1979, y que hoy me gustaría volver
a dedicarle, en estas nuevas circunstancias.
CON
CERNUDA
¿Por qué tú, tan distinto
de mí, esta noche
cualquiera me pareces
casi un pariente?
¿Por qué si diferentes
somos en carne y nervio
y letra, y sólo algo lejano
que tiene que ver con un país
disuelto en sangre y niebla
quizá acaso nos una?
¿O serán las palabras
estas, cargadas
de sentido, de instinto,
de amor por la belleza,
el orden de lo vivo,
la gracia elemental?
Y ahora recién
me vuelves, Luis,
cuando quizá
es tarde ya para decírtelo.
Pero no a otros.
Rodolfo
Alonso
(Buenos
Aires, 27-10-1968)
* Poeta, traductor y ensayista argentino.
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