Publicado por Ñ, Revista de Cultura Clarín 360.
Sábado 21 de agosto de 2010. Año VII (página 28)
RODOLFO ALONSO Propulsor, y en cierto modo síntesis de la vanguardia en los años 50, Alonso tiene una obra enorme como poeta y traductor de Cesare Pavese, Fernando Pessoa, André Breton y muchos otros autores. Publicó más de 20 libros de poemas, desde “Salud o nada” (1954), y también narrativa y ensayo.
RODOLFO ALONSO Propulsor, y en cierto modo síntesis de la vanguardia en los años 50, Alonso tiene una obra enorme como poeta y traductor de Cesare Pavese, Fernando Pessoa, André Breton y muchos otros autores. Publicó más de 20 libros de poemas, desde “Salud o nada” (1954), y también narrativa y ensayo.
Poemas pendientes (Alción Editora)
Una voz nítida e inconfundible. Una voz compañera que avanza con hambre de frescura y curiosidad. La cabeza de Rodolfo Alonso -como su voz- no se queda quieta ni un momento. No descansa. Nunca deja de pensar, siempre tiene algo que decir, 'siempre una última palabra'. Lo admite este poeta 'fabricante de encantos' en su libro 'Poemas pendientes' (Silvina Friera, en Página 12, vía triplox.com)
--- "Orégano de gran corazón" ---
--- "Orégano de gran corazón" ---
Oui, Madame, je m’appele Lyon
El hombre hermoso y su perro cortejan a la fornida señorita.
El perro hace ejercicios de destreza para distraerlos, como si
fuera un burgués amaestrado.
La fornida señorita, hija de la cortesía, amó al perro y se escapó
con él para dedicarse a la piratería.
Mantuvieron una delicada amistad con el capellán dpminico,
pero el contramaestre los expulsó de la nace.
Desde entonces bogan.
In memorian M. Y.
A Marguerite Yourcenar
Orégano de gran corazón
orégano de costa de mar y tormenta de arena
orégano de buena ley
orégano en olor de santidad.
Funeral del álamo
Daba luz, daba lumbre,
daba ánimo.
Una plaga ha roído
por dentro hasta matarlo
al árbol más querido, al
estremecedor y estremecido
álamo carolina
que desde la vereda
con el viento en sus hojas
daba voz a mi casa.
Yo me he quedado mudo
con él.
Y el mismo Haroldo Conti
(quizá, seguramente)
dondequiera que esté
pensando en su balada
también habrá hecho una mueca
de disgusto.
La rosa de cobre
No te avergüences
de los Anarquistas
poeta
No te avergüences
de los que se atrevieron
a oprimir el Interruptor
en medio de la Sombra
Crónicas del Proceso
A Franz Kafka,
con toda modestia
Parecía presumirse un panorama
preferible: una fraternidad latente, un coro
subyugado. Pero la cosa vino a dar
en cambalache apenas, mancebía,
trastienda de tartufo, cuchitril
de usurero, lenocinio, caverna
de bandoleros pobres, noche de miserables
lomos mojados por la lluvia
que nunca cesará.
El hombre hermoso y su perro cortejan a la fornida señorita.
El perro hace ejercicios de destreza para distraerlos, como si
fuera un burgués amaestrado.
La fornida señorita, hija de la cortesía, amó al perro y se escapó
con él para dedicarse a la piratería.
Mantuvieron una delicada amistad con el capellán dpminico,
pero el contramaestre los expulsó de la nace.
Desde entonces bogan.
In memorian M. Y.
A Marguerite Yourcenar
Orégano de gran corazón
orégano de costa de mar y tormenta de arena
orégano de buena ley
orégano en olor de santidad.
Funeral del álamo
Daba luz, daba lumbre,
daba ánimo.
Una plaga ha roído
por dentro hasta matarlo
al árbol más querido, al
estremecedor y estremecido
álamo carolina
que desde la vereda
con el viento en sus hojas
daba voz a mi casa.
Yo me he quedado mudo
con él.
Y el mismo Haroldo Conti
(quizá, seguramente)
dondequiera que esté
pensando en su balada
también habrá hecho una mueca
de disgusto.
La rosa de cobre
No te avergüences
de los Anarquistas
poeta
No te avergüences
de los que se atrevieron
a oprimir el Interruptor
en medio de la Sombra
Crónicas del Proceso
A Franz Kafka,
con toda modestia
Parecía presumirse un panorama
preferible: una fraternidad latente, un coro
subyugado. Pero la cosa vino a dar
en cambalache apenas, mancebía,
trastienda de tartufo, cuchitril
de usurero, lenocinio, caverna
de bandoleros pobres, noche de miserables
lomos mojados por la lluvia
que nunca cesará.
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